Neuromarketing en el mundo de los empaques.

La transformación tecnológica es un tren que no da espera. Nos enfrentamos a un mundo que evoluciona a un ritmo acelerado, donde comprender las tendencias y desarrollos que influyen en el consumidor es la clave para seguir siendo referentes en el mercado.
Para mantenernos a la vanguardia, no basta con diseñar empaques atractivos, debemos comprender qué los hace efectivos. Ahí es donde entra el neuromarketing, la intersección entre la neurociencia y el marketing, que ha dado paso a un concepto clave en la industria del empaque: el neuropackaging.

Esta disciplina estudia cómo el cerebro humano responde a diferentes estímulos visuales, táctiles y emocionales en los empaques, influyendo en las decisiones de compra de manera casi imperceptible.
El neuropackaging no se trata solo de diseñar empaques que llamen la atención por su estética, sino de crear experiencias sensoriales que impacten en la mente del consumidor. Estudios han demostrado que los colores, las formas, las texturas e incluso el peso de un empaque pueden generar una respuesta emocional y cognitiva en las personas.

Además, la simplicidad y la claridad en el diseño pueden hacer que un producto sea más fácil de recordar y reconocer en un mercado lleno de opciones. Un buen empaque no solo es una herramienta funcional, sino que cuenta una historia, genera expectativas y crea un vínculo emocional con el consumidor.
Explorando los sentidos: la ciencia detrás de la percepción
El cerebro no procesa los sentidos de manera aislada, los integra para construir una experiencia completa y ahí es donde las marcas pueden volverse memorables.
La corriente y modelo de percepción llamada CROSSMODAL, estudia cómo los sentidos interactúan entre sí para generar percepciones más potentes. Por ejemplo, un empaque con una textura áspera puede hacer que un producto se perciba como más artesanal y natural, mientras que un diseño con colores fríos y metálicos puede evocar sofisticación y tecnología.
El sonido también puede jugar un papel clave; un cierre hermético puede comunicar frescura, un crujido particular al abrir un paquete puede hacer que un snack se sienta más provocativo. Incluso el peso del empaque influye en la percepción de calidad: los productos con empaques más pesados suelen percibirse como más premium.


¿Cómo aplicarlo en tu negocio?
Llegó el momento para ti y para nosotros de embarcarnos en este viaje de evolución, de encontrar el mejor camino para implementar estas nuevas herramientas en los proyectos que hagamos. Aquí te dejamos algunas claves para hacerlo:
- Utiliza colores estratégicos: Cada color transmite una emoción diferente. Elige la paleta cromática que mejor represente tu propuesta de valor.
- Diseño minimalista y efectivo: La mente procesa mejor la información cuando es clara y directa. Evita el exceso de elementos gráficos y prioriza la comunicación visual efectiva.
- Elementos multisensoriales: Incorporar olores o sonidos sutiles en el empaque puede potenciar la experiencia del usuario y hacer que recuerde la marca con más facilidad.
- Crea una historia visual: Los consumidores conectan con marcas que les generan emociones. Usa imágenes, tipografías y mensajes que refuercen el propósito de tu producto.
Los acabados y texturas como experiencia: Incluir elementos sensoriales y que despierten el sentido del tacto es vital como acabados espejo, acabados mate, tipo soft touch, rugosidades desde el molde, altos y bajos relieves y contraste de texturas que resalten.
“Convierte tu empaque en una herramienta de trascendencia.”
Implementar técnicas de neuromarketing en su diseño te permitirá captar la atención, transmitir confianza y convertir una decisión de compra en una experiencia memorable.
Si quieres llevar tu empaque al siguiente nivel y aplicar estrategias de neuropackaging que impulsen tu marca, en AMFORA te ayudamos a hacerlo realidad.
Contáctanos en nuestra línea de servicio al cliente +57 321 4532705 y juntos diseñaremos empaques que no solo se ven bien, sino que transforman.
