Este es un gran momento para aprovechar y contar una historia que no podemos dejar pasar porque en Intecplast queremos siempre estar a la vanguardia y entregar a nuestros aliados soluciones creativas e innovadoras.

Los años 2021 y 2022 fueron un tiempo de contrastes. La pandemia generó muchos cambios en la dinámica de los mercados, y muchas empresas tuvieron que enfrentarse a desafíos y retos de producción como los incrementos en los costos de las materias primas, o los incrementos en los aranceles de transporte, y hasta los cierres y confinamientos en diferentes países, afectando mucho la producción de bienes y servicios a nivel global. 

No obstante, esos efectos económicos durante y post-pandemia, las nuevas tendencias y comportamientos de los consumidores, los nuevos retos productivos fueron algunos de los hechos que nos permitieron explorar nuevas oportunidades, nuevos mercados, y encontrar nuevas y mejores formas de innovar.

Fue entonces así que para el 2022, en Intecplast, descubrimos una gran oportunidad de llegar al mercado estadounidense con nuestra propia línea de envases (potes) para velas llamada ReVel.

Antes que nada, existen muchas opciones de recipientes donde se pueden hacer las velas como por ejemplo, en envases de vidrio, en cuencos de cemento, en latas de aluminio o en envases de plástico. 

Se preguntarán, ¿Es posible almacenar una vela en un recipiente de plástico?

Sí, las tea lights son un buen ejemplo de velas que podemos encontrar en el mercado hechas en contenedores de plástico.

Cuando las velas están hechas en estos envases plásticos, no generan burbujas de aire en el momento de vaciado de la colada, y el resultado de las velas es perfecto a la hora de producirlas. Esto debido a que el plástico se mantiene a una buena temperatura durante el proceso de vaciado, y al no existir un gran contraste entre las temperaturas de las coladas y del envase no se producen ni manchas ni burbujas en las velas.

Muchas de estas velas en envases de plástico se fabrican sobre una resina de policarbonato, muy resistente al calor y que evita que se deforme al momento de tener la vela encendida gracias a sus propiedades de fuego retardantes. Esto las hace seguras y son una muy buena opción alterna a las velas en recipientes de vidrio.  

Fue entonces así que investigamos todos los requisitos necesarios para la evaluación y certificación en la producción de envases para velas. Allí encontramos la norma ASTM F2417 (Standard Specification for Fire Safety for Candles) que menciona todos los requisitos de fabricación y los test de seguridad para cualquier recipiente que contenga velas. 

Por lo tanto, nos pusimos en la tarea de modificar el recipiente del prototipado hasta tal punto que el material fuera fuego retardante, que cumpliera exitosamente con todos los requsitos de seguridad, que mantuviera sus características de customizable, que el envase finalmente se le pudiera alargar su vida útil y que el envase pudiera tener un segundo o tercer uso luego de terminada la vela.

Una vez perfeccionamos nuestro prototipo con todas las especificaciones, este fue enviado a un laboratorio en Estados Unidos para realizar las respectivas pruebas de seguridad bajo la norma ASTM F2417. El recipiente aprobó con éxito cada uno de los tests y fue así como nació ReVel.